Editor,-Estamos desconcertados por el sorprendentemente escaso, si acaso, trabajo serio realizado para explicar el enigma epidemiológico de la alta prevalencia de la vaginosis bacteriana (VB) en las lesbianas,1 y la asociación frecuentemente observada, pero aún no confirmada, entre la VB y el cunnilingus receptivo en las mujeres en general.

En un estudio detallado de 17 lesbianas consecutivas que acudieron al departamento de medicina genitourinaria del Royal Sussex County Hospital de Brighton, se encontró vaginosis bacteriana en seis mujeres (35%). De nueve lesbianas que practicaron el cunnilingus receptivo en las 4 semanas anteriores, seis (67%) tenían VB. Por el contrario, las ocho mujeres que no practicaron sexo oral no presentaban VB (tabla 1).

En un estudio prospectivo paralelo de 256 pacientes heterosexuales consecutivas que acudieron al mismo departamento, se diagnosticó VB a 55 (21%). De 111 mujeres que practicaron el cunnilingus receptivo en las 4 semanas anteriores, 41 (37%) tenían VB. De 145 mujeres que no practicaron sexo oral, sólo 14 (10%) tenían VB (tabla 1). En ambos grupos hubo una fuerte asociación entre la VB y el cunnilingus receptivo (p<0,001).

La evidencia que asocia la vaginosis bacteriana con el sexo oral es demasiado fuerte para ser ignorada y descartada repetidamente. La boca está llena de organismos grampositivos y gramnegativos, incluyendo Bacteroides oralis y, aunque en cantidades mucho más pequeñas, lactobacilos. Estos organismos forman parte de la flora normal de la boca, pero ¿son normales en la vagina? ¿Podría la pequeña cantidad de lactobacilos ser suficiente para actuar como un fago que destruya los lactobacilos vaginales sanos endógenos? En una interesante hipótesis, Blackwell describió el posible efecto de las anomalías bioquímicas y microbianas en la vagina sobre la recurrencia de la VB.2 También citó la descripción de Berger de floras vaginales concordantes en parejas de lesbianas, lo que sugiere una transferencia mecánica de un agente infeccioso.3 ¿No es posible que los organismos bucales o las enzimas salivales hostiles induzcan anomalías biológicas y microbianas en la vagina?

Además, es muy probable que la transferencia mecánica de agentes infecciosos en las parejas de lesbianas se produzca a través del cunnilingus, una práctica no infrecuente entre las lesbianas.

El cunnilingus es un hecho común de la vida sexual. La dinámica de esta práctica varía considerablemente. Si alguna vez se confirma la asociación entre la VB y el sexo oral, ¿sería el grado de penetración de la lengua un factor y debería incorporarse a la ecuación etiológica? Sin duda, están indicados nuevos y más amplios estudios.

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Tabla 1

Resultados de la prevalencia de la VB

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