» podría distorsionar los resultados tanto en términos de magnitud como de importancia», dijo Rosenfeld a Medscape Medical News, «y no podemos simplemente ignorarlos. Debemos considerar los resultados como provocativos, no definitivos».

Rosenfeld también señala que las dos indicaciones principales para la amigdalectomía (con o sin adenoidectomía) son el síndrome de apnea obstructiva del sueño (SAOS) y la infección de garganta recurrente. «En el caso del SAOS, yo no dejaría que los hallazgos del estudio actual influyeran en la toma de decisiones, porque el SAOS puede tener importantes secuelas cognitivas, físicas y de desarrollo en los niños», dijo Rosenfeld.

En cambio, la cirugía para la infección de garganta recurrente es siempre electiva, rara vez conlleva alguna consecuencia grave si se aplaza, y los niños pueden mejorar por sí solos, añadió. Por ello, este estudio podría incitar a las familias que están considerando la posibilidad de someterse a una amigdalectomía por una infección de garganta recurrente a aplazar la operación. «Lo que yo diría a los padres es que hay un único estudio que sugiere alguna posible relación de la amigdalectomía/adenoidectomía con futuras afecciones respiratorias, infecciosas o alérgicas, pero los resultados son preliminares debido a las limitaciones en la forma en que se realizó el estudio», aconsejó Rosenfeld.

«Pero si la indicación de la cirugía fuera el SAOS, no dejaría que esto influyera en la toma de decisiones», volvió a recalcar.

Los autores y Rosenfeld no han revelado ninguna relación financiera relevante.

JAMA Otolaryngol Head Neck Surg. Publicado en línea el 7 de junio de 2018. Resumen del artículo, extracto editorial

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