Vida temprana y educaciónEditar

José Gregorio Hernández Cisneros nació el 26 de octubre de 1864 en Isnotú, un pequeño pueblo del estado Trujillo en los Estados Unidos de Venezuela (actual República Bolivariana de Venezuela.) Fue el primero de los siete hijos de Benigno María Hernández Manzaneda y su esposa Josefa Antonia Cisneros Mansilla.

Pasó toda su infancia en su pueblo natal, donde su madre trabajaba como ama de llaves y su padre vendía productos farmacéuticos y ganado. Hernández fue bautizado el 30 de enero de 1865 en el Templo Colonial de Escuque (actual Iglesia Parroquial del Niño Jesús de Escuque.) Recibió el sacramento de la Confirmación el 6 de diciembre de 1867 por Juan Bonet, Obispo de Mérida.

A la edad de trece años, Hernández expresó a sus padres su deseo de estudiar derecho y convertirse en abogado, pero fue convencido por su madre de seguir la carrera de medicina. Así, en 1878, inició un largo y riguroso viaje desde la Cordillera de los Andes, en Trujillo, hasta Caracas. Se matriculó en el Colegio Villegas, uno de los más prestigiosos del país en aquella época, donde, en 1882, se graduó como bachiller en filosofía.

Tras completar su educación secundaria, Hernández se matriculó en la Universidad Central de Venezuela (UCV) para comenzar sus estudios de medicina. A lo largo de sus seis años en la UCV, fue descrito por sus profesores como un estudiante de excelente rendimiento académico y conducta.

CarreraEditar

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En 1888 Hernández se graduó como médico en la Universidad Central de Venezuela, en Caracas. El gobierno venezolano le concedió una beca para continuar sus estudios en Europa. Hernández viajó a París, donde estudió otros campos de la medicina como: bacteriología, patología, microbiología, histología y fisiología. A su regreso a Venezuela, se convirtió en uno de los principales médicos del Hospital José María Vargas.

Entre 1891 y 1916, Hernández se dedicó a la enseñanza, la medicina y la práctica religiosa. Aspiró al sacerdocio en dos ocasiones, pero sus frágiles condiciones físicas le impedirían finalmente alcanzar esa condición. En 1908 estudió en el Monasterio de Lucca, en Italia, durante diez meses. En 1913 se matriculó en la Escuela Pío Latinoamericana de Roma para continuar la carrera sacerdotal, pero tuvo que regresar a Venezuela por motivos de salud. Entre sus publicaciones científicas están Los elementos de bacteriología (1906), Sobre la angina de pecho de origen malárico (1909) y Los elementos de filosofía (1912).

Hernández atendía gratuitamente a los pobres e incluso les compraba las medicinas con su propio dinero.

Con la llegada de la gripe española de 1918 a Venezuela, Hernández atendió a los contagiados en Caracas. Hernández murió en 1919, tras ser atropellado por un automóvil.

Sus restos se encuentran en la iglesia católica de La Candelaria en Caracas, Venezuela.

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