Introducción a la sociología

La familia es una institución social clave en todas las sociedades, lo que la convierte en un universal cultural. Del mismo modo, los valores y las normas que rodean al matrimonio se encuentran en todo el mundo en todas las culturas, por lo que tanto el matrimonio como la familia son universales culturales. Los estatus (es decir, esposa, marido, pareja, mamá, papá, hermano, hermana, etc.) son creados y sancionados por las sociedades. Aunque históricamente el matrimonio y la familia han estado estrechamente vinculados en la cultura estadounidense, ya que los matrimonios crean nuevas familias, su conexión se está volviendo más compleja, como se ilustra en la viñeta inicial y en los datos posteriores sobre la cohabitación.

Los sociólogos se interesan por la relación entre la institución del matrimonio y la institución de la familia porque las familias son la unidad social más básica sobre la que se construye la sociedad, pero también porque el matrimonio y la familia están vinculados a otras instituciones sociales como la economía, el gobierno y la religión. ¿Qué es una familia? La familia es un grupo socialmente reconocido (normalmente unido por sangre, matrimonio, cohabitación o adopción) que forma una conexión emocional entre sus miembros y que sirve como unidad económica de la sociedad. Los sociólogos identifican diferentes tipos de familias en función de la forma en que se entra en ellas. Una familia de orientación se refiere a la familia en la que nace una persona. Una familia de procreación describe la que se forma a través del matrimonio. Estas distinciones tienen un significado cultural relacionado con cuestiones de linaje.

El matrimonio es un contrato social legalmente reconocido entre dos personas, tradicionalmente basado en una relación sexual y que implica la permanencia de la unión. El matrimonio es un universal cultural y, al igual que la familia, adopta muchas formas. Quién se casa, qué significa el matrimonio para la pareja y para la sociedad, por qué se casa la gente (es decir, por razones económicas, políticas o por amor) y cómo se produce (es decir, boda u otra ceremonia) varían mucho dentro de las sociedades y entre ellas. Al practicar el relativismo cultural, también debemos tener en cuenta las variaciones, como si se requiere una unión legal (pensemos en el matrimonio de «derecho común» y sus equivalentes), o si pueden participar más de dos personas (pensemos en la poligamia). Otras variaciones de la definición de matrimonio podrían incluir si los cónyuges son de sexos opuestos o del mismo sexo, y cómo se entiende hoy en día una de las expectativas tradicionales del matrimonio: que se produzcan hijos.

Figura 1. El concepto moderno de familia es mucho más amplio que en décadas pasadas, lo que se evidencia tanto en las leyes (normas formales) como en el control social (tanto formal como informal). (Foto (a) por cortesía de Gareth Williams/flickr; foto (b) por cortesía de Guillaume Paumier/ Wikimedia Commons)

La comprensión sociológica de lo que constituye una familia puede explicarse mediante los paradigmas del interaccionismo simbólico y el funcionalismo. Estas dos teorías indican que las familias son grupos en los que los participantes se ven a sí mismos como miembros de la familia y actúan en consecuencia. En otras palabras, las familias son arreglos en los que las personas se reúnen para formar una fuerte conexión grupal primaria y para mantener vínculos emocionales entre sí. Estas familias pueden incluir grupos de amigos íntimos o compañeros de equipo.

Figura 2. La dinámica familiar ha cambiado significativamente en los últimos sesenta años, con menos niños viviendo en hogares biparentales.

Además, la perspectiva funcionalista considera a las familias como grupos que desempeñan funciones vitales para la sociedad, tanto a nivel interno (para la propia familia) como externo (para la sociedad en su conjunto). Las familias se ocupan del bienestar físico, emocional y social de los demás. Los padres cuidan y socializan a los hijos. Más adelante, los hijos adultos suelen cuidar de sus padres ancianos. Mientras que el interaccionismo nos ayuda a comprender la experiencia simbólica y subjetiva y el significado de pertenecer a una «familia», el funcionalismo ilumina los múltiples propósitos de las familias y sus funciones en el mantenimiento de una sociedad equilibrada (Parsons y Bales 1956).

Diversas unidades familiares

Independientemente de la forma que adopte una familia, ésta constituye una unidad social básica en la que se basan las sociedades, y puede reflejar otros cambios sociales. Por ejemplo, el gráfico de barras muestra cuánto ha cambiado la estructura familiar en un periodo de tiempo relativamente corto. ¿Qué tendencias observas en el gráfico de barras? ¿Qué variables podrían ayudar a explicar el aumento de padres solteros entre 1960 y 1980 y 2014? ¿Qué variables podrían ayudar a explicar la disminución de niños que viven en familias biparentales/primer matrimonio? ¿Qué perspectivas teóricas pueden ayudar a explicar este fenómeno?

El estudio también reveló que el 60 por ciento de los encuestados estadounidenses estaba de acuerdo en que si uno se considera una familia, es una familia (un concepto que refuerza una perspectiva interaccionista de creación de significado) (Powell 2010). El gobierno, sin embargo, no es tan flexible en su definición de «familia». La Oficina del Censo de Estados Unidos define a una familia como «un grupo de dos personas o más (una de las cuales es el cabeza de familia) relacionadas por nacimiento, matrimonio o adopción y que residen juntas» (Oficina del Censo de Estados Unidos 2019). Aunque esta definición puede utilizarse como medio para realizar un seguimiento coherente de los patrones relacionados con la familia a lo largo de varios años, excluye algunos tipos de familia, como las parejas heterosexuales y homosexuales que cohabitan y no están casadas.

La familia es, en efecto, un concepto subjetivo, pero es un hecho bastante objetivo que la familia (sea cual sea el concepto que se tenga de ella) es muy importante para las personas en Estados Unidos. En una encuesta realizada en 2010 por el Pew Research Center en Washington, DC, el 76% de los adultos encuestados declaró que la familia es «el elemento más importante» de su vida -sólo el 1% dijo que «no era importante» (Pew Research Center 2010). También es muy importante para la sociedad. El presidente Ronald Reagan, expresando un sentimiento que puede aplicarse con la misma facilidad a una pareja de lesbianas casadas con hijos adoptados que a una pareja heterosexual tradicional sin hijos, declaró una vez: «La familia siempre ha sido la piedra angular de la sociedad estadounidense. Nuestras familias nutren, preservan y transmiten a cada generación sucesiva los valores que compartimos y apreciamos, valores que son la base de nuestras libertades» (Lee 2009). Aunque la constitución exacta de la familia puede haber cambiado en los últimos años, los fundamentos de la cercanía emocional y el apoyo siguen presentes. La mayoría de quienes respondieron a la encuesta de Pew afirmaron que su familia actual está al menos tan unida (45%) o más (40%) que la familia con la que crecieron (Pew Research Center).

Primeras familias

Figura 2. Las primeras familias. (a) El presidente Trump con su esposa, Melania, y sus cinco hijos. (b) El presidente Obama con su esposa, Michelle, y sus hijos Malia y Sasha.

Cuando un candidato político se presenta a un cargo en Estados Unidos, se presta mucha atención a la familia del candidato porque se piensa que es un reflejo del candidato y de sus valores.

Cuando el ex presidente de Estados Unidos, Barack Obama, se presentó a las elecciones, muchos cuestionaron su linaje keniano por parte de su padre, así como su crianza en Hawai e Indonesia, donde su madre realizaba trabajos de antropología. Sus padres se separaron cuando él era joven, y fue criado por su madre blanca. Michelle Obama, originaria del sur de Chicago, se formó en Princeton y Harvard, y luego ocupó un prestigioso puesto en la Universidad de Chicago, que abandonó una vez que su marido fue elegido. La ex primera pareja se casó en 1992 y tiene dos hijos que nacieron en 1998 y 2001.

El presidente Donald Trump creció en Nueva York (en Queens), hijo de Fred, un promotor inmobiliario, y Mary Anne Trump. Se casó y se divorció dos veces, y tuvo cuatro hijos (tres con Ivanka Trump y uno con Marla Maples) antes de casarse con la actual Primera Dama, Melania Trump, con quien tiene un quinto hijo, Barron Trump. Tanto Ivana como Melania fueron modelos y ambas nacieron en Europa del Este (Checoslovaquia y Eslovenia, respectivamente). Tres matrimonios y cinco hijos hacen que la Primera Familia sea bastante única en la historia presidencial de Estados Unidos.

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