La familia de la quinoa
¡Dando la bienvenida a la quinoa a nuestras dietas saludables desde las montañas de los Andes de Sudamérica! La quinoa es uno de esos pseudocereales que dejamos pasar por un grano de cereal porque su composición nutricional es muy similar. Pero en realidad pertenece a la misma familia que la remolacha y las espinacas. Se trata de la familia de las espigas. Botánicamente, son muy similares. Así que la quinoa no es realmente un grano en absoluto. Es en realidad una semilla.
Debido a que forma parte de la familia de las espigas, la quinoa es una pequeña planta muy útil. Sus hojas se pueden comer como las espinacas, pero sus semillas también se pueden utilizar del mismo modo que los cereales. Además, puede crecer en suelos pobres sin necesidad de fertilizantes ni riego. Las Naciones Unidas la han calificado de «super cultivo» porque creen que podría contribuir en gran medida a remediar el hambre en el mundo.
Cultivo de la quinoa
La planta de la quinoa, emparentada con algunas malas hierbas, es de hoja ancha y llega a medir entre 3 y 9 pies de altura. Es una planta estéticamente única y bonita. Las cabezas de las semillas pueden ser de cualquier color, como rojo, púrpura, naranja, verde, negro o amarillo, y los tallos son de color magenta intenso.
La planta de quinoa prefiere las temperaturas más frescas y los días cortos, y puede soportar heladas leves. Puede crecer en zonas que generalmente no se consideran muy fértiles debido a su preferencia por la temperatura. Puede no germinar si hace demasiado calor, pero cuando las condiciones son adecuadas la quinoa germina en 24 horas y produce plántulas en 3 a 5 días. Debe plantarse de ½ a 1 pulgada en suelo húmedo con filas espaciadas al menos 14 pulgadas.
Debido a su rápida germinación, la quinoa necesita una cosecha seca. Está lista cuando las plantas se secan, se vuelven de color amarillo pálido o rojo y pierden sus hojas. En este punto, la semilla de quinua debe poder ser apenas abollada por una uña. Se puede cosechar fácilmente a mano o con una cosechadora.
La quinua es un alimento antiguo
La quinua tiene una historia majestuosa entre una de las civilizaciones más poderosas del continente americano. Se originó con los incas en las montañas de Bolivia, Chile y Perú. Ha estado a la vanguardia en estas regiones durante 5.000 años. Era un alimento básico para los incas y sigue siendo una fuente de alimentación destacada para sus descendientes indígenas, los quechuas y los aymaras. Era un cultivo sagrado para los incas, que lo llamaban la madre de todos los granos o chisaya mama. La leyenda dice que el emperador incaico plantaba ceremoniosamente las primeras semillas de quinua cada año.
Cómo casi perdimos la quinua
Al igual que muchos de los granos antiguos, la quinua cayó en el olvido en 1532 con la llegada de los españoles. El explorador Francisco Pizarro, en su empeño por destruir la cultura incaica, hizo destruir los campos de quinua. Sólo sobrevivieron pequeñas cantidades en lo alto de las montañas. Todo cambió en la década de 1970, cuando se reintrodujo la quinua en el mundo moderno. Ahora, podemos beneficiarnos del grano madre que dejaron nuestros predecesores incas.