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¿Qué es la hepatitis b?

La hepatitis B es un tipo de hepatitis vírica que puede causar daños en el hígado. A diferencia de la hepatitis A, el virus de la hepatitis B no suele transmitirse a través del agua contaminada, sino a través de fluidos corporales, como la sangre o el semen. Suele transmitirse durante las relaciones sexuales o al utilizar agujas y material médico contaminados. La hepatitis B tiene un largo periodo de incubación, de 40 a 160 días, y suele ser asintomática.

Los posibles síntomas de la hepatitis B son sentirse o estar enfermo, sarpullido, dolor en las articulaciones, pérdida de apetito, cansancio y dolor de cabeza, así como síntomas similares a los de la gripe. Algunos pacientes también desarrollan una coloración amarillenta de la piel y los ojos, que se denomina ictericia. La infección puede persistir durante mucho tiempo y convertirse en una hepatitis B crónica, que puede provocar cáncer, daños e insuficiencia hepática.

Si viaja a una zona en la que la hepatitis B es una enfermedad común, puede necesitar una vacuna contra la hepatitis B. Lo mismo ocurre con los trabajadores sanitarios y los profesionales de la medicina, que tienen más probabilidades de estar expuestos a la infección.

Según la Organización Mundial de la Salud, en 2015 murieron aproximadamente 887.000 personas como consecuencia de la hepatitis B y sus complicaciones.

Cómo vacunarse

La inmunización requiere de tres a cuatro dosis individuales, administradas por inyección. La enfermera evaluará qué curso es adecuado para usted. A la mayoría de los viajeros se les recomiendan tres dosis, con un mes de diferencia.

Se aconseja a los trabajadores sanitarios que realicen un análisis de sangre entre uno y cuatro meses después de completar el curso, para comprobar si la vacunación ha sido satisfactoria. Los viajeros tienen un menor riesgo de contraer la hepatitis B y no necesitan un análisis de sangre.

Las personas que se considere que tienen un alto riesgo continuado de infección deben considerar la posibilidad de recibir un refuerzo después de 5 años. Las dosis de refuerzo pueden ser necesarias después de la exposición a la infección. Si cree que ha estado expuesto a la hepatitis B, busque urgentemente atención médica.

La vacuna contra la hepatitis B puede causar efectos secundarios leves, como enrojecimiento y dolor en el lugar de la inyección. En ocasiones, los pacientes se sienten cansados durante los primeros días después de la inyección.

¿Quién necesita la vacuna contra la hepatitis b?

La hepatitis B se da en todas las partes del mundo. Sin embargo, en algunas zonas existe un mayor riesgo debido a que la infección está muy extendida. Las zonas de riesgo de hepatitis B incluyen partes de Europa oriental, África, América del Sur y Central, el sudeste asiático, Rusia, India y China, así como algunas islas del Pacífico Sur. Si tiene previsto viajar a alguno de estos destinos, su enfermera de viajes de Superdrug puede aconsejarle sobre si necesita la vacuna contra la hepatitis B. Las clínicas de viajes Superdrug también ofrecen una vacuna combinada contra la hepatitis A y B para los viajeros que necesiten inmunizarse contra ambas infecciones.

Prevención de la hepatitis b

Los viajeros corren un riesgo especial si tienen un accidente y necesitan tratamiento médico en un país con una alta incidencia de hepatitis B y un sistema sanitario con recursos limitados. En estas circunstancias, es posible que se reutilicen las inyecciones o que las transfusiones de sangre no sean analizadas para detectar la hepatitis B. La vacuna contra la hepatitis B ayuda a prevenir la infección y le protege en caso de tal emergencia.

La hepatitis B también se transmite durante las relaciones sexuales. Si mantiene relaciones sexuales durante sus viajes, asegúrese siempre de utilizar un preservativo para evitar la transmisión. Evite los procedimientos que impliquen perforar la piel, como los tatuajes y la acupuntura.

Efectos secundarios de la vacuna contra la hepatitis B

Los efectos secundarios comunes y muy comunes incluyen:

  • Dolor temporal
  • Enrojecimiento o endurecimiento de la piel alrededor del lugar de la inyección
  • Fatiga
  • Fiebre
  • Alteraciones gastro-intestinales
  • dolor de cabeza
  • pérdida de apetito
  • linfangitis
  • malestar
  • dolor muscular
  • irritabilidad

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