Destino veraniego por excelencia, Aquitania no sólo goza de un clima suave y soleado, sino también de una situación ideal entre el océano Atlántico y los Pirineos. Con una gran diversidad de paisajes, que van desde el famoso viñedo de Bordelais hasta los espléndidos macizos pirenaicos, pasando por el apacible valle de la Dordoña, la magnífica bahía de Arcachon o el pintoresco País Vasco, esta magnífica región en el corazón del suroeste de Francia ofrece a los veraneantes una gran variedad de actividades y descubrimientos. Con sus numerosos lugares notables, puede enorgullecerse de toda una serie de tesoros naturales y arquitectónicos, y combina las alegrías de la playa y el océano con los atractivos del bosque y los lagos. Entre los destinos turísticos más destacados están las Ciudades de Arte e Historia de Bayona, Burdeos, Périgueux y Pau, los castillos de Bonaguil, Cazeneuve y Roquetaillade, las ciudades medievales de Saint-Émilion y Sarlat-la-Canéda, las estaciones balnearias de Arcachon, Biarritz, Capbreton, Hossegor y Saint-Jean-de-Luz, los pueblos típicos del País Vasco, los jardines de Eyrignac y Marqueyssac, la alta Duna de Pilat y las encantadoras ciudades fortificadas de Lot-et-Garonne.
Aquitania también es un lugar ideal para los amantes del descanso y los deportes de ocio, con sus inmensas playas de arena, sus olas saladas tan apreciadas por los surfistas, sus lagos para practicar deportes acuáticos, sus bosques de pinos entremezclados con carriles para bicicletas, sus estaciones termales con aguas saludables, sus zonas de esquí y sus innumerables rutas de senderismo. Los gourmets en busca de buenos sabores también encontrarán su sitio, ya que la región es famosa por sus especialidades y productos regionales, como los vinos de Burdeos, Bergerac y Jurançon, las ostras de la bahía de Archachon, las ciruelas pasas de Agen, las aves de corral y el foie gras de las Landas, la trufa del Périgord, la ternera de Chalosse, el jamón de Bayona, la poule au pot y el pastel vasco.