Todos los padres se preocupan por el bienestar de sus hijos y toman todas las medidas posibles para asegurarse de que crezcan de forma saludable: desde proporcionarles el tipo de nutrición adecuado hasta inculcarles buenos hábitos y fomentar sus aficiones e intereses, todos los padres quieren lo mejor para sus hijos.
Bañar a tu hijo también es un paso importante para mantenerlo sano, y una forma de asegurar su salud es dándole un baño de sales de Epsom.
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¿Qué es la sal de Epsom?
La sal de Epsom o sulfato de magnesio es un mineral que se ha utilizado con fines medicinales durante siglos en todo el mundo. La sal de Epsom es rica en numerosos componentes desintoxicantes, incluyendo el magnesio, que son conocidos por sus beneficios medicinales. Más de 300 enzimas dependen del manganeso para su correcto funcionamiento, lo que hace que la sal de Epsom sea beneficiosa para todos.
¿Es seguro bañar a un niño en sal de Epsom?
La sal de Epsom es un mineral extremadamente saludable cuando se utiliza de forma correcta. Se recomienda utilizar este mineral después de consultar con su médico. Sin embargo, tenga en cuenta que la sal de Epsom de baja calidad es extremadamente peligrosa. Asegúrese de comprar sólo sal de Epsom de alta calidad, pura, destinada a los baños y reconocida por una institución de control de calidad de renombre.
Beneficios de los baños de sal de Epsom para bebés y niños
Aquí tiene algunos beneficios clave de los baños de sal de Epsom:
Reduce la inflamación
El magnesio de la sal de Epsom es bien conocido por sus potentes propiedades antiinflamatorias.
Mejora la circulación sanguínea
La mayoría de las enzimas que ayudan a la circulación dependen del magnesio. La sal de Epsom contiene magnesio en abundancia, lo que la convierte en un gran mineral para mejorar la circulación sanguínea.
Construye articulaciones sanas
Los sulfatos de la sal de Epsom ayudan a construir y fortalecer las articulaciones.
Exfolia la piel
Los sulfatos de la sal de Epsom eliminan la piel muerta, reparan las células dañadas de la piel y aseguran el crecimiento de células nuevas y sanas.
Ayuda al flujo de oxígeno
El magnesio tiene potentes propiedades de oxigenación que son excelentes para el tracto respiratorio de tu bebé.
Mejora la eficacia del protector solar
Cuando se combina con un protector solar adecuado en la piel de tu hijo, la sal de Epsom añade una capa de protección contra los peligrosos rayos UV.
Repara los músculos
Los baños de sal de Epsom se utilizan habitualmente para ayudar a los deportistas a recuperarse de la fatiga y los daños musculares. El mismo efecto puede hacer maravillas para su bebé en crecimiento.
Regula la digestión
Se sabe que un baño caliente de sal de Epsom ayuda a que el cuerpo funcione de forma calmada. Esto puede funcionar bien para su bebé o su hijo también.
Los baños de sal de Epsom también son beneficiosos para los bebés y niños con los siguientes problemas:
Estreñimiento
Los médicos suelen recomendar que se dé un baño de sal de Epsom para el estreñimiento del bebé, ya que la sal de Epsom es un laxante externo natural.
Autismo
El magnesio es estupendo para la regeneración y gestión del impulso nervioso. Cuando se combina con los sulfatos, mejora los niveles de serotonina, corrige las deficiencias de calcio y ayuda a formar células y cromosomas sanos. Por eso los médicos piensan que un baño de sal de Epsom para el autismo puede ser una herramienta de gestión útil.
Eczema
Los profesionales de la medicina consideran los baños con sal de Epsom para un bebé con eczema porque el magnesio ayuda a reducir la inflamación, repara las células de la piel y también alivia el picor.
Poriasis
Las propiedades hidratantes y exfoliantes del sulfato combinadas con las propiedades reparadoras de la piel del magnesio hacen que los baños de sal de Epsom sean perfectos para cualquier niño que sufra psoriasis.
Cómo dar a su hijo un baño de sales de Epsom
Antes de dar a su hijo un baño de sales de Epsom, es crucial saber cómo preparar el baño y la técnica utilizada para darlo.
Qué necesitas
Sal de Epsom de alta calidad, un cubo de agua tibia y una toalla para secar.
Procedimiento
Es importante entender qué cantidad de sal de Epsom en el baño para niños es la ideal. Lo máximo que debes utilizar es un par de tazas por baño. Añade la sal al agua ligeramente caliente y deja que se disuelva y luego añade un poco más de agua en la bañera, aproximadamente la suficiente para que llegue a la cintura del bebé. Deja que tu hijo se sumerja en la bañera durante 20 minutos. Asegúrate de no secarle con un paño; en su lugar, sécale con palmaditas. Repita este proceso tres veces a la semana.
Riesgos potenciales del uso de la sal de Epsom en el baño de su hijo
El uso excesivo de la sal de Epsom puede causar riesgos como irritación de la piel, diarrea y erupciones. Para saber más, consulte a su médico.
Cosas que hay que tener en cuenta al usar la sal de Epsom durante el baño
Aquí hay algunas cosas que hay que tener en cuenta al dar un baño de sal de Epsom a su hijo pequeño:
- Asegúrese de que la sal está completamente disuelta antes de dejar que su hijo se bañe.
- No utilice más de 2 tazas de sal de Epsom por baño.
- Dé a su hijo un baño de sal de Epsom sólo 2-3 veces a la semana.
- Consulte con su médico para asegurarse de que su hijo no es alérgico a este tipo de baño.
- No deje nunca a su hijo en la bañera sin vigilancia.
- Asegúrese de comprobar la temperatura de la bañera antes de dejar que su hijo entre en ella.
Consulte con su médico si su hijo tiene algún tipo de reacción a su primer baño de sales de Epsom. También se recomienda que busque su orientación antes de empezar a dar a su hijo este tipo de baño y que facilite a su hijo una rutina de baños de sales de Epsom lentamente. Empieza con una vez a la semana y ve aumentando poco a poco hasta tres veces a la semana. Es mejor no superar las tres veces por semana. Además, recuerde que la sal de Epsom nunca debe ser ingerida y puede ser extremadamente peligrosa si el niño la consume.