El café contiene entre 80 y 125 miligramos de cafeína por cada taza de 8 onzas, dependiendo de muchos factores como el tipo de grano de café y el método de preparación. En general, cuanto más oscuro sea el tueste del café, menos cafeína contiene. Esto se debe a que el proceso de tueste reduce el contenido de cafeína del grano, y cuanto más tiempo se tueste el grano, más oscuro será el café.

Algunos de los cafés en taza individual con alto contenido de cafeína son el Caribou Daybreak Morning Blend y el Green Mountain Breakfast Blend. En cuanto a las cápsulas individuales, son las cápsulas de café Baronet Donut Shop Blend y las cápsulas JavaOne Kona Blend. Quizá le sorprenda saber que la cápsula de café Melitta «Buzzworthy» tiene menos cafeína que estas variedades. Aun así, es uno de nuestros productos más populares debido a su rico sabor y excepcional aroma.

Químicamente hablando, la cafeína es un estimulante psicoactivo. En la naturaleza, los granos, las hojas y los frutos de algunas plantas utilizan la cafeína como pesticida natural para paralizar y matar a los insectos que se alimentan de las plantas. Se extrae para su consumo del grano de la planta del café y de las hojas del arbusto del té, así como de diversos alimentos y bebidas que contienen productos derivados de la nuez de cola.

La cafeína es la sustancia psicoactiva más consumida del mundo, pero, a diferencia de muchas otras sustancias psicoactivas, es legal y no está regulada en casi todas las jurisdicciones. Actúa como estimulante, aumentando temporalmente el estado de alerta y reduciendo la somnolencia.

Los consumidores habituales de cafeína desarrollan una fuerte tolerancia a sus efectos, lo que puede conllevar diversos riesgos para la salud. En grandes cantidades, la cafeína puede conducir a una condición conocida como cafeinismo. El cafeinismo suele combinar la dependencia de la cafeína con afecciones físicas y mentales como nerviosismo, irritabilidad, ansiedad, temblores, espasmos involuntarios, insomnio, dolores de cabeza, úlceras, esofagitis erosiva y enfermedad por reflujo gastroesofágico.

Aunque existen riesgos con el consumo excesivo, el uso moderado de la cafeína tiene una serie de beneficios. La cafeína puede beneficiar a las personas con alto riesgo de padecer enfermedades hepáticas porque aumenta la fuerza y la recuperación muscular. La cafeína también aumenta el metabolismo al descomponer la grasa, liberando los ácidos grasos y obligándolos a ser quemados, y aumenta los efectos de la medicación para aliviar el dolor, la facultad mental e incluso reduce los síntomas del asma.

Los cafés descafeinados suelen seguir conteniendo algo de cafeína. La norma internacional por la que se caracteriza el café descafeinado es por tener al menos el 97% de la cafeína eliminada. El café descafeinado debe estar en el rango de 2 a 4 miligramos por taza de 8 onzas.

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