La práctica básica
Estar presente en la vida espiritual tiene siempre un doble significado. Está presente, como en aquí, en la asistencia. Y hay presente, como en el ahora, un momento del tiempo. ¿Cuál es la práctica espiritual de estar presente? Estar aquí ahora.
Todas las religiones del mundo recomiendan vivir el momento con plena conciencia. El budismo zen es especialmente conocido por su énfasis en la «conciencia». Los maestros hindúes, taoístas, judíos, musulmanes y cristianos, entre otros, nos instan a aprovechar al máximo cada día como una oportunidad que no se nos volverá a presentar.
También bajo la rúbrica de estar presente se encuentra el ejercicio espiritual tradicional llamado practicar la presencia de Dios. Esto significa reconocer que Dios está aquí y ahora moviéndose a través de nuestras actividades cotidianas, por muy triviales que parezcan.
Por qué esta práctica puede ser para ti
Los contrastes de estar presente son vivir en el pasado y vivir en el futuro. Hacemos lo primero cuando nos aferramos a los remordimientos. Revisamos constantemente las cosas que ya han sucedido, tratando de explicarlas en términos de acciones propias o ajenas. A menudo este tipo de pensamiento nos lleva a sentirnos culpables o a culparnos.
Vivimos en el futuro cuando hacemos suposiciones o fantaseamos con lo que podría suceder y luego nos apegamos a esos resultados esperados. Este hábito suele provocar decepciones. Tanto si nos consumen las expectativas positivas (optimismo) como las proyecciones negativas (pesimismo), no estamos viviendo el momento.
Cuando te encuentras reaccionando constantemente a tus experiencias de una de estas maneras, cuando siempre quieres estar de otra manera y en otro lugar, es hora de estar presente. El compañero de esta práctica es el contentamiento.
Aviso diario, recordatorio, voto, bendición
- Tomar la primera taza de café, té o leche de la mañana es mi aviso para estar aquí ahora.
- Cuando me siento en un banco, recuerdo la alegría de estar simplemente presente en mi entorno.
- Cuando experimento o soy testigo de una enfermedad, hago el voto de apreciar cada momento de mi vida.
- Bendito sea el Amante Invisible que está siempre presente con nosotros.