¡Podemos hacerlo! Podemos detener la superpoblación reduciendo drásticamente los nacimientos en todo el mundo. Cada vez son más los expertos en recursos que coinciden en que para detener el consumo excesivo global, el agotamiento de los recursos, la creciente alteración del clima -y la pérdida sin precedentes de especies- la población mundial total debe situarse entre 2.000 y 3.000 millones de personas.
Hay dos maneras de que la población disminuya. Una forma es no tomar ninguna medida para que la naturaleza lo haga de forma inhumana – a través de más hambrunas, guerras por los recursos, sequías, miseria, sufrimiento y muertes prematuras. Ninguna persona compasiva quiere ver eso.
La otra forma es reducir la población humana humanamente. Y sólo hay una manera de hacerlo: reducir voluntaria y drásticamente los nacimientos para que las cifras totales vuelvan a bajar a un nivel verdaderamente sostenible.
La superpoblación no disminuirá a menos que las tasas de natalidad promedio caigan por debajo de un promedio de dos por mujer (o por hombre) en el mundo. Y cuanto más descienda la tasa de natalidad, antes alcanzará la humanidad un nivel de población verdaderamente sostenible.
La acción individual más importante que cada uno de nosotros puede hacer para ayudar a crear un planeta y una población verdaderamente sostenibles es elegir no tener más de un hijo y animar a otros a hacer lo mismo.
Al tener una media de 1,5 hijos, la población mundial total se reduciría en 2100 a unos 6.000 millones, casi la mitad de los 11.000 millones previstos. Una media de 1 niño reduciría la población total en más de mil millones de personas en 2070, hasta llegar a los 6.000 millones. Y para 2100 estaríamos por debajo de los 4.000 millones, reduciendo nuestro consumo humano total a casi la mitad de sus niveles actuales.
El crecimiento exponencial de la población está provocando muchos problemas abrumadores en el planeta. La gran noticia es que la humanidad puede cosechar los beneficios de una rápida y exponencial disminución de la población reduciendo drástica y voluntariamente las tasas de natalidad. Estamos convencidos de que para llegar a ese punto -a un rango sostenible de 2 a 3.000 millones- es necesario que todos los que estamos preocupados por la superpoblación reivindiquemos la esperanza de que la superpoblación tiene solución.
¡Una familia con un solo hijo puede salvar a la humanidad!
(Para saber cómo puedes ayudar, consulta Nuestra visión para resolver la superpoblación.)