El Arcángel Zadkiel y su llama gemela, Santa Amatista, son los arcángeles del séptimo rayo de la transmutación de la llama violeta y la alquimia espiritual. Junto con sus ángeles de llama violeta, sirven a la humanidad desde el Templo de la Purificación.
El Templo de la Purificación, antes físico, está ahora en el reino etérico sobre la isla de Cuba. Los sacerdotes del fuego sagrado en la Atlántida recibieron su entrenamiento bajo la orden del Señor Zadkiel aquí, y su servicio a la vida atrajo el impulso que impidió que la isla se hundiera.
El Arcángel Zadkiel y la Santa Amatista encarnan la libertad de Dios, la alquimia, la transmutación, el perdón y la justicia, las mismas cualidades encarnadas por Saint Germain y su llama gemela. Su trabajo corresponde al chakra de la sede del alma, y su color es el violeta. El día del séptimo rayo es el sábado, lo que significa que ese día podemos recibir una mayor liberación de luz, energía y conciencia cósmica de los cuerpos causales de Zadkiel y Amatista.
El nombre Zadkiel significa «justicia de Dios». En la tradición rabínica, Zadkiel es conocido como el ángel de la benevolencia, la misericordia y la memoria. En algunas tradiciones, fue el ángel que detuvo la mano de Abraham cuando éste iba a sacrificar a su hijo Isaac. La Santa Amatista, el complemento divino de Zadkiel, fue uno de los ángeles que atendió a Jesús en el Huerto de Getsemaní.
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Llama violeta, karma y libertad
Llama violeta para sanar el cuerpo, la mente y el almaZadkiel y la Santa Amatista están aquí para ayudarnos a asegurar nuestra libertad individual para que, cuando seamos libres, podamos liberar nuestros hogares, nuestros pueblos, nuestras naciones, nuestro planeta. El principal bloqueo a nuestra libertad es nuestro karma negativo. Podemos transmutarlo con los decretos de la llama violeta. También podemos equilibrar el karma negativo enviando amor divino y amor compasivo-humano e invocando la ley de la misericordia y el perdón. (Para más información, consulte Llama Violeta para Sanar el Cuerpo, la Mente y el Alma).
El Arcángel Zadkiel describe lo que él y las huestes ascendidas ven cuando un devoto de Dios invoca el fuego sagrado de la llama violeta:
«Vemos desde los niveles internos el tremendo esfuerzo que haces para transmutar las capas y capas de karma que has hecho en esta vida y en vidas pasadas. Es algo verdaderamente maravilloso de contemplar para nosotros. En un momento te sientas rodeado de todo tipo de pensamientos negativos girando en tu aura. En el siguiente, decides invocar la llama violeta.
«Y he aquí que el poderoso poder del séptimo rayo, como un gigantesco electrodo de energía cósmica, comienza a formarse alrededor de tu persona. Los ángeles de la llama violeta se reúnen a tu alrededor. Con las palmas de las manos extendidas, dirigen a través de tus cuatro cuerpos inferiores y tu aura un arco del rayo violeta. A medida que ese arco atraviesa tu ser, vaporiza las condiciones negativas. Desaparecen literalmente del corazón y de la mente»
Zadkiel se refiere a la llama violeta como el disolvente universal que los alquimistas han buscado a lo largo de los tiempos. En un antecedente de la química moderna, los alquimistas medievales buscaban transmutar los metales comunes en oro y descubrir una cura universal para las enfermedades y un medio para prolongar la vida. En un sentido más amplio, la alquimia se define como «un poder o proceso de transformación de algo común en algo especial» o «una transmutación inexplicable o misteriosa». La alquimia espiritual es la ciencia de la autotransformación.
El Arcángel Zadkiel dice: «Poseo en mi corazón los secretos de la alquimia. Invócalos, si quieres. Y los liberaré para ti en respuesta a tu llamada».
Los cristales de amatista enfocan la llama de la libertad
A través del cristal de amatista, la llama gemela del Señor Zadkiel enfoca el aspecto materno de la libertad a las evoluciones de este planeta. La amatista la llevan todos los que sirven en el séptimo rayo y sus devotos. Todas las joyas son en realidad precipitados o condensaciones de la llama que la joya enfoca. Así, la amatista es el foco de la llama de la libertad, y aquellas joyas que han sido consagradas por los portadores de luz contienen en el centro una réplica de la llama que representan.
La nota musical de Santa Amatista es la de El bello Danubio azul, de Johann Strauss.
Llamada nocturna para asistir al retiro del Arcángel Zadkiel y Santa Amatista
Padre, en tus manos encomiendo mi espíritu.
Oh, alma mía, levantémonos de nuestra morada.
La Poderosa Presencia YO SOY y el Santo Ser Crístico, con el Arcángel Miguel y un cordón de ángeles de luz azul, transporten mi alma vestida con mis cuerpos más finos, totalmente equipada con la armadura de Dios, al retiro de la llama violeta del Arcángel Zadkiel y la Santa Amatista sobre la isla de Cuba o al lugar designado de mi Santo Trabajo esta noche. Escóltame, instrúyeme, y guíame y protégeme a mí y a todos los co-servidores, te ruego, ahora y siempre mientras servimos para liberar toda la vida en la tierra.