La angiografía con fluoresceína se utilizó por primera vez con éxito en el ojo humano en 1961* y ha evolucionado desde entonces como una de las técnicas de imagen fundamentales en el ojo. Es una prueba que ayuda a diferenciar las enfermedades de la retina y se utiliza para determinar si está justificado el tratamiento con láser de la retina.

Se inyecta un medio de contraste llamado fluoresceína sódica en una vena del brazo. El tinte viaja rápidamente por el sistema circulatorio del cuerpo y se fotografía en blanco y negro a medida que viaja por el ojo. Para este procedimiento se emplea la misma cámara que se utiliza para la fotografía del fondo de ojo. Se utilizan dos filtros especiales para limitar la imagen al color de la luz que emite el tinte fluorescente.

Alrededor de doce segundos después de la inyección, el tinte aparece en las arterias de la retina. Durante un período de dos a cinco segundos, el tinte viaja a través de los vasos muy pequeños, o capilares, y llena las venas. Diez minutos después de la inyección, el colorante ha sido evacuado en su mayor parte del ojo, habiendo teñido la cabeza del nervio óptico.

Figuras 1-4: Angiograma con fluoresceína, normal

Figura 1: Angiograma con fluoresceína normal. Fase arterial que ilustra el colorante de fluoresceína sódica en las arterias de la retina antes de llenar las venas de la retina.

Figura 2: Angiograma de fluoresceína normal. Fase venosa temprana que ilustra el comienzo del llenado de las venas de la retina con fluoresceína sódica.

Figura 3: Angiograma de fluoresceína normal. Llenado completo de las arterias y venas de la retina con tinte de fluoresceína sódica.

Figura 4: Angiograma de fluoresceína normal. La fase tardía del angiograma demuestra el desvanecimiento del colorante de fluoresceína sódica en los vasos de la retina.

Esta progresión normal del colorante se ve interrumpida por muchas enfermedades de la coroides, la retina y la vasculatura retiniana. Un angiograma con fluoresceína de un paciente con complicaciones oculares debidas a la diabetes (retinopatía diabética) revela irregularidades vasculares cuando se compara con el angiograma normal.

Figuras 5-7: Angiograma de fluoresceína, retinopatía diabética

Fotografías del personal de diagnóstico por imagen del UIHC

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