Se han propuesto varias definiciones de «economía», incluida la definición de «economía» como «lo que hacen los economistas».

El término anterior de «economía» era «economía política». Es una adaptación del uso mercantilista francés de économie politique, que extendió la economía desde el antiguo término griego para la gestión del hogar hasta el ámbito nacional como administración pública de los asuntos del Estado. Mister James Steuart (1767) escribió el primer libro en inglés con «economía política» en el título, explicando que así como:

La economía en general el arte de proveer todas las necesidades de una familia, busca asegurar un cierto fondo de subsistencia para todos los habitantes, obviar toda circunstancia que pueda hacerla precaria; proveer todo lo necesario para suplir las necesidades de la sociedad, y emplear a los habitantes …. de tal manera que naturalmente se creen relaciones y dependencias recíprocas entre ellos, de manera que se abastezcan mutuamente de necesidades recíprocas.

La portada daba como tema «la población, la agricultura, el comercio, la industria, el dinero, las monedas, el interés, la circulación, los bancos, el cambio, el crédito público y los impuestos».

J.B. Say (1803), distinguiendo el tema de sus usos en política pública, lo define como la ciencia de la producción, distribución y consumo de la riqueza. En el lado satírico, Thomas Carlyle (1849) acuñó «la ciencia lúgubre» como epíteto para la economía clásica, en este contexto, comúnmente vinculada al análisis pesimista de Malthus (1798). John Stuart Mill (1844) define el tema en un contexto social como:

La ciencia que traza las leyes de los fenómenos de la sociedad que surgen de las operaciones combinadas de la humanidad para la producción de riqueza, en la medida en que esos fenómenos no son modificados por la búsqueda de cualquier otro objeto.

El paso del nivel social al individual aparece en las principales obras de la Revolución Marginal. La definición de Carl Menger refleja el enfoque en el hombre economizador:

Pues la teoría económica se ocupa, no de las reglas prácticas para la actividad económica, sino de las condiciones bajo las cuales los hombres se dedican a una actividad providente dirigida a la satisfacción de sus necesidades.

William Stanley Jevons, otro autor muy influyente de la Revolución Marginal, define la economía destacando los aspectos hedónicos y cuantitativos de la ciencia:

En esta obra he intentado tratar la Economía como un Cálculo de Placer y Dolor, y he esbozado, casi sin tener en cuenta las opiniones anteriores, la forma que la ciencia, según me parece, debe adoptar en última instancia. Hace tiempo que pienso que, al tratarse en su totalidad de cantidades, debe ser una ciencia matemática en cuanto a la materia, si no en cuanto al lenguaje.Marshall ofrece una definición aún muy citada en su libro de texto Principios de Economía (1890) que amplía el análisis más allá de la riqueza y del nivel social al microeconómico, creando una cierta síntesis de los puntos de vista de los que aún simpatizan más con la economía política clásica (con el enfoque de la riqueza social) y los primeros en adoptar los puntos de vista expresados en la Revolución Marginal (con el enfoque de las necesidades individuales). La inclusión por parte de Marshall de la expresión bienestar fue también muy significativa para la discusión sobre la naturaleza de la economía:

Alfred

La Economía Política o Economía es un estudio de la humanidad en el negocio ordinario de la vida; examina aquella parte de la acción individual y social que está más estrechamente relacionada con la consecución y con el uso de los requisitos materiales del bienestar. Por lo tanto, es, por un lado, un estudio de la riqueza; y por el otro, y más importante, una parte del estudio del hombre.

Lionel Robbins (1932) desarrolló las implicaciones de lo que se ha denominado «tal vez la definición actual más comúnmente aceptada del tema»:

La economía es una ciencia que estudia el comportamiento humano como una relación entre fines y medios escasos que tienen usos alternativos.

Robbins describe la definición como no clasificatoria en el sentido de «escoger ciertos tipos de comportamiento», sino más bien analítica en el sentido de «centrar la atención en un aspecto particular del comportamiento, la forma impuesta por la influencia de la escasez».

Algunos comentarios posteriores criticaron la definición como excesivamente amplia al no limitar su objeto de estudio al análisis de los mercados. Sin embargo, a partir de la década de 1960, tales comentarios se redujeron a medida que la teoría económica del comportamiento maximizador y la modelización de la elección racional ampliaron el dominio de la materia a áreas tratadas anteriormente en otros campos. También hay otras críticas, como la de que la escasez no tiene en cuenta la macroeconomía del alto desempleo.

Gary Becker, que contribuyó a la expansión de la economía a nuevas áreas, describe el enfoque que él favorece como «una combinación de supuestos de comportamiento maximizador, preferencias estables y equilibrio de mercado, utilizados de forma implacable e inquebrantable». Un comentario caracteriza la observación como si la economía fuera un enfoque más que una materia, pero con gran especificidad en cuanto al «proceso de elección y el tipo de interacción social que implica el análisis».

John Neville Keynes consideraba que la discusión que conducía a la definición de la economía era más importante que la propia definición. Sería una forma de revelar el alcance, la dirección y los problemas a los que se enfrenta la ciencia.

Una reciente revisión de las definiciones de economía incluye una serie de las que aparecen en los libros de texto de principios, como las descripciones de la materia como el estudio de:

  • la ‘economía’
  • el proceso de coordinación
  • los efectos de la escasez
  • la ciencia de la elección
  • el comportamiento humano
  • los seres humanos en cuanto a cómo coordinan los deseos y las aspiraciones, dados los mecanismos de toma de decisiones, las costumbres sociales y las realidades políticas de la sociedad.

Concluye que la falta de acuerdo no tiene por qué afectar a la materia que tratan los textos. Entre los economistas en general, sostiene que una determinada definición presentada puede reflejar la dirección hacia la que el autor cree que la economía está evolucionando, o debería evolucionar.

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