Definición

Un discurso persuasivo es un tipo específico de discurso en el que el orador tiene como objetivo convencer a la audiencia para que acepte su punto de vista. El discurso está organizado de tal manera que se espera que la audiencia acepte todo o parte del punto de vista expresado. Aunque el objetivo general de un discurso persuasivo es convencer al público de que acepte un punto de vista, no todos los públicos pueden ser convencidos por un solo discurso y no todos los puntos de vista pueden persuadir al público. El éxito de un discurso persuasivo suele medirse por la disposición del público a considerar el argumento del orador.

Carter y Ford en un debate, 23 de septiembre de 1976

El presidente Gerald Ford y Jimmy Carter se reúnen en el Walnut Street Theater de Filadelfia para debatir sobre política interior durante el primero de los tres Debates Ford-Carter.

El discurso de ventas

Un ejemplo de discurso persuasivo es un discurso de ventas. Durante un discurso de ventas, el orador intenta convencer al público de que compre su producto o servicio. Si el vendedor tiene éxito, el público (la persona a la que se le vende) decidirá comprar el producto o servicio.

Sin embargo, los vendedores entienden que el hecho de que alguien no haga una compra después del primer discurso de ventas no significa que el discurso haya fracasado. La persuasión suele ser un proceso. La gente puede necesitar múltiples lanzamientos persuasivos y mucha información externa antes de estar preparada para aceptar un nuevo punto de vista.

Componentes de un discurso persuasivo

Aunque el ethos es una parte esencial de un discurso persuasivo, el pathos y el logos suelen combinarse para formar el mejor argumento posible.

Aunque un orador puede intentar establecer el ethos, o la credibilidad, con una audiencia, ésta se le asigna en última instancia basándose en la percepción de la audiencia. Si la audiencia no percibe al orador como una fuente creíble en el tema sobre el que está hablando, en última instancia tendrá dificultades para considerar el argumento del orador.

El logos en un discurso, o apelaciones lógicas, son argumentos que presentan un conjunto de información y muestran por qué una conclusión debe ser racionalmente verdadera. Por ejemplo, los argumentos que se escuchan en los tribunales son argumentos lógicos.

El pathos, las apelaciones emocionales, son apelaciones que buscan que la audiencia se sienta de cierta manera para que acepte una conclusión. Los anuncios políticos negativos, por ejemplo, a menudo incorporan apelaciones emocionales yuxtaponiendo a un oponente con una emoción negativa como el miedo.

Cómo tener éxito

Utilizar un recurso para llamar la atención es una forma poderosa de comenzar un discurso persuasivo. Si puedes hacer reír a tu audiencia, pensar en una experiencia personal o contar una anécdota que produzca emoción, es más probable que escuchen el contenido de tu argumento. Además, mantener un discurso de entre 6 y 8 minutos hace que sea menos probable que el público deje que su mente se desvíe de lo que usted está diciendo.

La eficacia de un discurso persuasivo también depende de factores que van más allá de las palabras del discurso. La disposición del público a aceptar un nuevo punto de vista, el lenguaje corporal del orador y el entorno en el que se pronuncia el discurso pueden afectar al éxito de un discurso persuasivo.

Un orador con éxito hará todo lo posible por establecer un ethos fuerte con su público y combinar el pathos y el logos para formar el mejor argumento posible. El análisis de la audiencia es un factor importante a la hora de pronunciar un discurso persuasivo. Por ejemplo, si un orador intenta convencer al público de que no hable a sus hijos de Papá Noel, utilizar argumentos que se relacionen y resuenen con ellos, como animarles a recordar cómo se sintieron cuando descubrieron que no era real, tendrá más éxito que si el orador compartiera una experiencia personal negativa propia.

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