Examinemos ahora los numerosos factores que empujan a una persona a consumir drogas. Tal vez el factor principal para aquellos que son adolescentes es la presión de los compañeros. ¡El impacto de este factor es masivo! Si un adolescente tiene un grupo de amigos que consumen drogas y animan a sus amigos a consumirlas, los estudios demuestran que es más probable que un adolescente pruebe y abuse de las drogas a largo plazo. Un adolescente también puede ceder a la presión de sus compañeros porque quiere estar en un grupo popular. Ese grupo muchas veces no ha aceptado al adolescente. El deseo del adolescente de ser aceptado o de encajar en el grupo hace que se entregue a la bebida, las drogas y el tabaco. De nuevo, si el adolescente tiene una buena autoestima, cree que vale la pena y tiene confianza en sí mismo, le ayudará bastante a decir no a las drogas. Cuando las personas confían en sí mismas y tienen valores sólidos a los que se aferran, es mucho menos probable que busquen cosas externas para sentirse valorados, especiales y queridos.
Da a los adolescentes cosas que puedan disfrutar haciendo. Haga que practiquen deportes. Haga que se formen en la música, el arte o cualquier otra actividad recreativa saludable. Este tipo de cosas permitirán al adolescente expresarse. Estas actividades les darán una autoestima positiva. No sentirán la necesidad de encajar. No sentirán el deseo de querer sentirse queridos porque saben que lo son. Los adolescentes también deben intentar juntarse con amigos que compartan este tipo de valores. Que les guste hacer deporte y que no crean en el consumo de drogas. Salir con amigos que compartan los mismos valores y creencias que tú es una gran manera de reducir el riesgo de abuso de drogas. Reducirá el riesgo de la presión negativa de los compañeros y esto reducirá la posibilidad de que los adolescentes hagan cosas incorrectas y potencialmente dañinas.
Incluso con los mejores padres, los mejores amigos y las mejores actividades recreativas, todavía puede ser difícil decir no a las drogas. Tenemos que enseñar a la gente a aprender a decir «No, gracias». Esta simple respuesta puede ser poderosa. En otros casos, los adolescentes deberían decir «No», pero luego ofrecerse a hacer otra cosa. Si la persona es un amigo, pueden negarse a consumir drogas pero luego una alternativa saludable como, hacer deporte, leer la Biblia, escuchar música, ver una película, ir a la playa, o ayudar a alguien que lo necesite…
Un truco más en la bolsa que un adolescente puede utilizar para decir que no a las drogas es ponerle humor a su negativa. En algunos casos, también es una gran idea evitar situaciones en las que se pueda aplicar la presión de los compañeros. Cualquier fiesta en el instituto tiene un alto riesgo de que se ofrezca alcohol y drogas. Al no ir a estas fiestas, el adolescente no tendrá que decir que no en primer lugar.