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Aunque el bronceado conlleva una serie de riesgos para la salud, también hay beneficios al absorber esa vitamina D… ¡además, queda bien! ¿Quién no desea tener una tez bronceada por el sol? (Sobre todo en verano). La piel bronceada tarda en desarrollarse y se consigue con varios periodos de exposición moderada al sol. Si tu cuerpo tiende a broncearse más rápido o más profundamente que tu cara, es posible que tengas que prestar especial atención a tu zona facial. La piel de la cara es delicada, así que tenga cuidado y utilice la técnica adecuada cuando se exponga al sol. Para obtener consejos sobre cómo proteger todo su cuerpo del exceso de exposición al sol, vaya aquí.

Exfolie su piel utilizando una esponja facial suave. Realiza pequeños movimientos circulares para desprender las células muertas de la piel y uniformar la superficie de la misma. Una piel suave ayudará a producir un bronceado uniforme.

Masajea tu crema hidratante facial favorita en tu piel. Aplique la crema en todo el rostro, incluido el cuello. Mueve suave y delicadamente alrededor del área de los ojos. Espere al menos 10 minutos para que la crema hidratante penetre completamente en su piel.

Aplique una cantidad del tamaño de una moneda de diez centavos de protector solar en su palma. Aplique un punto de crema en cada mejilla, la frente, el puente de la nariz y la barbilla. Frote suavemente la crema en su piel, con cuidado de no frotar demasiado fuerte alrededor de la zona sensible de los ojos. La crema solar filtrará la mayor parte de los rayos UVA/UVB, pero permitirá que su piel se broncee. Si tiene la piel clara o se quema con facilidad, opte por un FPS más alto.

Ajuste su reloj. Si utiliza una cama de bronceado, siga las instrucciones del fabricante. La mayoría de las camas de bronceado no recomiendan un periodo de exposición a la luz superior a 10 minutos. Si sale al exterior para broncearse, limite la exposición a 30 minutos para los tonos de piel más claros o a 45 minutos para los tonos de piel más oscuros. Evite la exposición durante las horas de mayor intensidad del sol, desde el mediodía hasta las 3 de la tarde.

Si utiliza una cama de bronceado, use gafas protectoras, y si se broncea al aire libre cierre los ojos o use gafas de sol. Los rayos UVA/UVB pueden causar daños en los ojos, así que abra los ojos lo menos posible cuando se broncee.

La exposición al sol + el calor = deshidratación. Reponga los líquidos perdidos bebiendo al menos un vaso de agua después o durante el bronceado. El bronceado puede hacer que la capa externa de la piel pierda humedad, así que manténgase hidratado con mucho líquido.

Aplique una crema hidratante en la cara después del periodo de bronceado para rehidratar la piel.

Repita los pasos 1 a 7 cada día, durante al menos una semana, o hasta que haya conseguido el nivel de bronceado facial que desea. Un buen bronceado requiere una exposición repetida para que el color sea más intenso.

Advertencia

El bronceado al aire libre y en interiores se ha relacionado con el cáncer de piel. Extreme las precauciones cuando exponga su piel al sol y utilice siempre protección solar.

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