Nacido en Beauvais, en el norte de Francia, en 1927, Hubert James Taffin de Givenchy dejó su ciudad natal para ir a París a la edad de 17 años para hacer un aprendizaje en una casa de alta costura. Comenzó en Jacques Fath, al tiempo que estudiaba dibujo en la École Nationale Supérieure des Beaux-Arts, la Escuela Nacional de Bellas Artes francesa. Pasó a Robert Piguet en 1946 y, brevemente, a Lucien Lelong en 1947, antes de incorporarse a Elsa Schiaparelli ese mismo año. Rápidamente, se convirtió en el Director Artístico de la boutique Schiaparelli de la Place Vendôme.
En 1952, Givenchy fundó su casa homónima en la calle Alfred de Vigny, en el distrito 8 de París. Para su primera colección, presentó «Separates», looks compuestos por elegantes blusas y faldas vaporosas que mezclaban las líneas arquitectónicas con la sencillez de los materiales. Este original punto de vista marcó el rotundo debut de una carrera de cuatro décadas en su propia casa. En el verano de 1953, el modisto conoció a Audrey Hepburn, que le pidió prestados varios looks para su película Sabrina. Fue el comienzo de una larga colaboración y una profunda amistad entre la actriz y el diseñador. Ese mismo año, en Nueva York, Givenchy conoció a su ídolo, Cristóbal Balenciaga, con quien entabló una estrecha amistad.
En 1957, Audrey Hepburn prestó su rostro al primer perfume de Hubert de Givenchy, L’Interdit, que le fue dedicado. En 1969, el diseñador creó su línea de prêt-à-porter masculina «Givenchy Gentleman». Esteta y coleccionista, Hubert de Givenchy sigue encarnando la elegancia clásica con un toque de ingenio. Dejó la casa que fundó en 1995. Sus sucesores han sido, por orden cronológico, John Galliano, Alexander McQueen, Julien MacDonald, Riccardo Tisci y Clare Waight Keller.
El 10 de marzo de 2018, Hubert de Givenchy falleció en paz en París, a los 91 años.
© Victor Skrebneski