Definición de atavismo
Un atavismo es el fenómeno por el cual un rasgo fenotípico reaparece en un organismo después de un periodo de ausencia. Un atavismo se refiere a un rasgo que no está presente en los predecesores inmediatos de un individuo, aunque existía en sus ancestros.
Esto es posible debido a la forma en que los genes se comportan a lo largo del proceso evolutivo. Cuando los rasgos fenotípicos se pierden durante el proceso de selección natural, la información genética del ADN que los codifica no se pierde necesariamente y, en cambio, puede estar simplemente inactiva. Esto significa que los genes pueden reactivarse, incluso después de permanecer inactivos durante muchas generaciones.
Los atavismos difieren de las estructuras vestigiales. Se trata de rasgos fenotípicos presentes en todos los miembros de una especie, que en el pasado evolutivo del organismo han sido necesarios para la supervivencia, pero que ya no son utilizados o funcionales en los individuos modernos.
Ejemplos de atavismos
La cola humana
Hay varias incidencias científicas de bebés humanos que nacen con una cola que contiene cartílago y vértebras, llamada «apéndice caudal».
Todos los bebés humanos crecen en el vientre materno con una pequeña cola prenatal, un rasgo «retroceso» de nuestras raíces evolutivas como primates arborícolas. Los genes que controlan el crecimiento de la cola se desactivan normalmente como resultado de la regulación genética y la cola se reabsorbe en los tejidos del embrión. Sin embargo, hay casos en los que esta regulación genética funciona mal y la cola sigue creciendo más allá de la fase de desarrollo embrionario.
La imagen muestra un embrión humano en el útero. La cola es visible. Aunque los genes que controlan el desarrollo suelen desactivarse mediante la regulación genética, a veces esto falla y un humano nace con cola.
Pollos con dientes
A través de la inspección de los picos de los embriones no eclosionados, los científicos han descubierto varios casos de embriones de pollo que muestran evidencias de formación de dientes, ¡e incluso pollitos embrionarios con juegos completos de dientes desarrollados! Para colmo de males, los dientes en desarrollo son similares a los de sus parientes vivos más cercanos… ¡los cocodrilos!
Las aves perdieron su capacidad de fabricar dientes hace unos 80 millones de años, sin embargo, los pollos modernos aún poseen el gen responsable de provocar la odontogénesis (formación de dientes), aunque el gen hace tiempo que se desactivó. Los científicos han bautizado este gen como Talpid2.
Aunque Talpid2 es letal, es decir, la expresión del gen hace que los pollos no nazcan nunca con éxito, el descubrimiento ha proporcionado apoyo al atavismo. Para probar la hipótesis, el biólogo Matthew Harris diseñó un virus que podía imitar las señales moleculares de la mutación genética. Cuando se implantó en pollos normales y sanos, éstos desarrollaron brevemente los mismos dientes de cocodrilo en forma de cono, aunque se reabsorbieron rápidamente en el tejido del pico.
Delfines con patas
En 2006 se capturó cerca de Japón un delfín que, además de poseer las dos aletas delanteras que tienen todos los delfines, tenía un par de aletas pélvicas pequeñas y simétricas más cerca de la cola.
Este es un ejemplo de atavismo; las aletas recuerdan a las patas traseras, por lo que parecen ser un fenotipo «de retorno» del ancestro de los delfines que podían caminar en tierra. Como mamíferos, el linaje evolutivo de los cetáceos puede remontarse a mamíferos terrestres como los hipopótamos, y el descubrimiento del delfín con cuatro extremidades sugiere que los genes que codifican el crecimiento de las extremidades todavía están presentes.
Cuestionario
1. Los atavismos son causados por:
A. Nuevas mutaciones en el ADN
B. La reactivación de genes latentes
C. El intento de un organismo de adaptarse a un entorno
D. Reutilización de una estructura vestigial en un organismo
2. ¿Por qué a los pollos les crecen dientes similares a los de un cocodrilo?
A. Es la forma estándar de un diente
B. La forma se debe a una mutación aleatoria
C. Comparten un ancestro común
D. Es la forma mejor adaptada a su dieta