La amatista es una variedad del cuarzo en color violeta. Es uno de los cuarzos más valorados por su tonalidad y en joyería clásica se suele añadir a piedras de más valor como rubíes o zafiros. Su color morado puede ser más o menos intenso según la cantidad de hierro que contenga en su composición.
En este artículo te desvelamos algunas de las propiedades, significados y origen de la amatista:
¿Cómo es la amatista?
La amatista pertenece a la familia de los cuarzos; es un mineral de origen magmático. Su característico color morado se debe a su alto contenido en óxido de hierro. Su color morado puede ser más o menos intenso según la cantidad de hierro que contenga en su composición. La amatista lavanda es de una suave tonalidad violenta mientras que la amatista Chevron, suele ser de un intenso color morado.
Además, ¿sabías que a partir de los 300º C su tonalidad cambia de color? La amatista morada cambia a amarilla o anaranjada y pasa a ser llamada cuarzo citrino. También hay una variedad de la amatista que es de color verde, llamada prasiolita.
Los yacimientos de amatistas se encuentran a lo ancho y largo del planeta, ya que se pueden obtener en lugares tan diferentes como Brasil, Uruguay, Estados Unidos o Argentina entre muchos otros.
¿Cuáles son sus orígenes?
La amatista durante siglos fue uno de los minerales más apreciados en joyería. La monarquía, aristocracia e incluso el clero se han rendido ante la belleza de esta piedra de color púrpura.
Es una de esas piedras que poseen una gran historia detrás. Su nombre proviene del término griego amethystos, que significa ‘sobrio’. El origen de esta unión de conceptos se debe a que en la antigua Grecia se creía que la amatista era un poderoso antídoto contra la embriaguez.
La fama de la amatista comenzó con una leyenda griega, con una bonita historia de dioses y mortales. Al parecer, Dioniso, dios del vino, se enamoró de una doncella llamada Amethystos, la cual deseaba permanecer casta. La diosa Artemisa escuchó las plegarias de esta mujer y para protegerla la convirtió en una roca blanca. Al verla Dioniso rompió a llorar y vertió una copa de vino sobre la roca, tiñéndola del púrpura característico de la piedra amatista.
La amatista siempre ha sido una gema apreciada por numerosas culturas. En el antiguo Egipto se utilizaba para crear sellos, tallas y joyas, mientras que en la Edad Media pasó a formar parte de las joyas de cardenales y obispos. La amatista se convirtió así en un símbolo de castidad, sabiduría divina y renuncia de los bienes materiales.
¿Qué propiedades tiene la amatista?
Igual que en el caso de la mayor parte de las piedras preciosas, el valor de la amatista dependerá de su brillo, su pureza, su corte y su color.
La amatista es una piedra que transmite energía positiva, es calmante y ayuda en la meditación. Está considerada como la piedra que ayuda en los problemas relacionados con los dolores de cabeza, cefaleas y migrañas. Así que si estás nerviosa o agobiada por algo puedes usar joyas con amatistas para equilibrar tu estado de ánimo y relajarte.
En este sentido, se cree que la amatista es una piedra que tiene que ver con el estado de ánimo, los dolores tensionales y de cabeza.
¿Cómo y cuándo lucir la amatista?
La amatista es una joya de un alto valor estético que puede ser lucida en cualquier ocasión. El hecho de poder encontrarla en diferentes tonalidades de morado e incluso en otros colores como el naranja, el rojo o el verde la convierten en una piedra preciosa con mucha presencia y fácil de combinar en cualquier contexto y con cualquier vestuario.
Su color morado es fácilmente combinable con cualquier prenda de ropa, pero lo más recomendable es utilizar tonos neutros como el gris. Aunque si lo que quieres es llevar un outfit más atrevido también puedes combinar tus joyas de amatista con prendas amarillas para crear contraste.
El lenguaje de Sirocco
Nuestra colección Sirocco, que está compuesta únicamente por collares, pulseras y pendientes de amatista de una calidad superior de un color morado intenso y plata 925 bañada en rodio con circonitas blancas que aportan luz y brillo. De hecho, todos los elementos de plata de la colección Sirocco son una interpretación de un icono muy nuestro, el abanico. Los colgantes, las pulseras y los pendientes llevan 1, 3, 5 u 8 abanicos combinados, recordando el lenguaje de los abanicos. Además, existe una flor llamada ‘la flor del abanico’ que es de color morado, precisamente, por lo que casa a la perfección con la colección Sirocco y con lo que pretende transmitir.
En Marybola hemos apostado por tonos intensos del tan característico morado de la amatista, lo que les da una fuerza y una presencia únicas a una joya que destaca por ser un complemento elegante y sofisticado.
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