Preguntas frecuentes
¿Qué es la ablación con yodo radioactivo?
La ablación con yodo radioactivo es la radioterapia en la que se administra yodo radioactivo para destruir o ablacionar el tejido tiroideo sano residual que queda después de la tiroidectomía.
¿Qué es el tratamiento con yodo radiactivo?
El tratamiento con yodo radiactivo es la radioterapia en la que se administra yodo radiactivo para destruir el cáncer de tiroides sospechoso o conocido mediante la irradiación de ese tejido.
¿Cuál es la diferencia entre ablación y tratamiento?
Muchos médicos utilizan «ablación» y «tratamiento» indistintamente. Sin embargo, otros médicos utilizan «ablación» para referirse a la administración de radioyodo para eliminar cualquier tejido tiroideo normal que quede en el cuello después de la cirugía inicial y «tratamiento» para referirse a la administración de radioyodo para la eliminación de la enfermedad metastásica conocida o sospechada en el cuello o en otro lugar.
¿Por qué me queda tejido tiroideo después de la cirugía? Pensé que mi cirujano lo había extirpado todo.
Aunque su cirujano le haya extirpado la glándula tiroides, la mayoría de los cirujanos dejan pequeñas cantidades de tejido tiroideo para minimizar cualquier daño al nervio que controla su caja de voz. Este nervio se llama nervio laríngeo recurrente y pasa por detrás del tejido tiroideo. Su cirujano también puede dejar algo de tejido tiroideo para asegurarse de que algunas de sus glándulas paratiroides permanezcan intactas. Estas glándulas controlan los niveles de calcio del cuerpo y suelen estar situadas dentro o detrás del tejido tiroideo.
¿Por qué necesito una ablación inicial con radioyodo si mi médico cree que ha eliminado todo mi carcinoma tiroideo?
La mayoría de los médicos recomiendan que los pacientes con carcinoma tiroideo se sometan al menos a una radioterapia de ablación con radioyodo. La investigación y cincuenta años de experiencia sugieren que la combinación de cirugía, ablación con yodo radiactivo y sustitución de hormonas tiroideas puede reducir las posibilidades de que su carcinoma tiroideo vuelva a aparecer. Sin embargo, hay algunas situaciones en las que sus médicos pueden no recomendar una ablación inicial con yodo radiactivo.
¿Cuáles son los criterios para no recibir una ablación con yodo radiactivo?
La ablación con yodo radiactivo puede no recomendarse dependiendo de varios factores. Entre ellos, el tamaño del cáncer de tiroides original, el número de localizaciones implicadas, la ausencia de afectación de los bordes del tiroides o de los tejidos adyacentes y la falta de evidencia de que el cáncer se haya extendido…
Si se recomienda la ablación con yodo radiactivo, ¿cuáles son sus objetivos?
La ablación con yodo radiactivo tiene cuatro objetivos.
- En primer lugar, la ablación de cualquier tejido tiroideo normal restante facilita el uso de los niveles sanguíneos de tiroglobulina para controlar cualquier progresión o propagación de su cáncer……
- En segundo lugar, la destrucción del tejido tiroideo restante también mejorará la capacidad de la gammagrafía de cuerpo entero con radioyodo para vigilarle en busca de pruebas de cualquier recidiva del cáncer…
- El tercer objetivo es mejorar la eficacia de futuros tratamientos con radioyodo, si son necesarios, permitiéndole recibir una dosis más alta de radioyodo, que tiene el potencial de administrar más radiación a sus células cancerosas…….
- Por último, y en determinados pacientes, la ablación puede reducir la posibilidad de que el cáncer de tiroides reaparezca y aumentar la supervivencia. Sin embargo, el éxito de la ablación para lograr este objetivo es muy controvertido (véase el capítulo 24).
Efectos secundarios del radioyodo
- Los posibles efectos secundarios variarán en función de la dosis de 131I administrada.
- Respecto a la selección de las dosis para la ablación o el tratamiento con 131I, deben recordarse tres puntos. En primer lugar, el tipo, la frecuencia y la gravedad de los efectos secundarios deben sopesarse con el beneficio de la dosis para la ablación o el tratamiento. En segundo lugar, aunque sus médicos conozcan los posibles riesgos y beneficios de las distintas dosis, no pueden predecir lo que ocurrirá en un determinado paciente. Cada persona responde de manera diferente a la ablación o al tratamiento con 131I, lo que a menudo dificulta la decisión del paciente sobre las dosis que podrían ser mejores para él o ella. Su médico personal es el mejor recurso para ayudarle a tomar esta decisión…
- Por regla general, los efectos secundarios aumentan en frecuencia y gravedad con el aumento de la dosis y la frecuencia de administración de 131I.
- No debe establecerse un límite superior estricto de la dosis total acumulada…. Deben sopesarse muchos factores, entre los que se incluyen (1) la gravedad de su cáncer de tiroides, (2) la localización de la enfermedad, (3) si la metástasis absorbe el 131I , (4) si ha respondido o no previamente al 131I , (5) cuánto tiempo hace que se administró el último tratamiento, (6) los recuentos sanguíneos totales, (7) cuál fue la respuesta de los recuentos sanguíneos al último tratamiento con 131I, (8) su edad,(9) sus otros problemas de salud, si los hay, y (10) sus otras opciones disponibles.
- Tenga en cuenta tres cosas:
- Muchos de estos efectos secundarios son infrecuentes
- La mayoría de los efectos secundarios son manejables.
- El riesgo de la frecuencia y gravedad de los efectos secundarios debe sopesarse a la luz de la gravedad de su cáncer de tiroides.
Última actualización: 3 de enero de 2012