Las conversaciones con su perro son unilaterales, pero no necesita una respuesta verbal para saber que hablar con su mejor amigo peludo es una buena idea. Por muy tonto que te parezca, entablar una conversación mientras dais un paseo, os acurrucáis en el sofá o preparáis la cena tiene beneficios que probablemente desconoces.
Sí, tu vecino puede pensar que estás loco, pero si tiene un perro propio, también debería hacerlo. De hecho, aunque no todos los dueños de perros lo admiten, a la mayoría de las personas que tienen una buena relación con sus mascotas les resulta natural empezar a charlar con sus caninos.
Si eso te suena a ti, sigue con el buen trabajo. Y si no te atreves a iniciar la conversación, aquí tienes algunas razones por las que hablar con tu perro a diario es importante.
Hablar mejora vuestro vínculo
El vínculo entre una persona y su perro es algo poderoso. El potencial de una relación basada en el amor y el respeto mutuos es una de las principales razones por las que la gente adopta perros en primer lugar. Cualquier cosa que refuerce ese vínculo es algo que debería interesar a los propietarios de perros. Algunos perros abren su corazón tras el primer roce, pero un vínculo real y duradero requiere tiempo y esfuerzo. Su perro necesita sentirse perfectamente cómodo a su lado, y parte de ello es acostumbrarse a escuchar su voz.
Hablar con su perro mientras usted hace otras cosas es una forma de mantenerlo ocupado. Hay un montón de momentos de vinculación activa durante el día, como cuando está haciendo ejercicio o enseñándole un nuevo truco, pero hablar puede convertir incluso las partes relajadas del día en oportunidades de vinculación. Escucharle decir lo guapo e inteligente que es inicia la comunicación y da a su perro una razón para prestarle atención.
El discurso humano puede ser interesante
Si le habla con insistencia de lo horrible que es su jefe, es muy probable que su perro apenas le preste atención. Su voz es probablemente un zumbido de ruido de fondo que le resulta familiar, y sólo empezará a escuchar activamente si oye una palabra que reconoce. Contarle a su perro su día es bueno, pero es aún mejor hablarle de cosas con las que pueda relacionarse y entender. No hablan el mismo idioma, pero han aprendido a reconocer el habla relacionada con los perros, y los estudios demuestran que les gusta escucharla.
Investigadores de la Universidad de York, en el Reino Unido, han publicado recientemente un estudio sobre cómo responden los perros al habla humana. Querían saber si los perros pueden distinguir entre el lenguaje humano y el canino y si se benefician de uno sobre el otro. Para averiguarlo, realizaron experimentos en los que las personas hablaban a los perros en distintos tonos y sobre distintos temas. Probaron tanto el tono de voz «normal» como el tipo de discurso agudo que los humanos no podemos evitar utilizar cuando hablamos con bebés y mascotas. También cambiaron el contenido de las conversaciones entre temas no relacionados con el perro y temas que el perro podía reconocer. Esos temas incluían frases como «¿Quieres ir a dar un paseo?» y «Eres un perro tan bueno».
Midieron las respuestas de los perros a cada combinación de tono y contenido, y descubrieron que sus conversadores caninos estaban más interesados cuando los hablantes utilizaban palabras relevantes para el perro, y seguían escuchando activamente cuando pensaban que la conversación estaba directamente relacionada con ellos. Aprendieron que, si realmente quieres atraer la mente de tu perro, hablarle regularmente con palabras que entienda es una buena manera de hacerlo.
Es bueno para la salud humana
Tu perro te prestará más atención si utilizas palabras que entienda, pero charlar con tu mascota no sólo tiene que ver con ellos. Hablar es una forma de exponer sus problemas. No es necesario que tu perro responda u ofrezca su consejo para ayudarte a superar una situación difícil. El simple hecho de hablar en voz alta con un público que no juzga es útil. Te ayuda a ver la situación de forma objetiva, y hablar de ella te permite reflexionar sobre los hechos y abrirte camino hacia una solución.
Hablar con los perros es una técnica que muchos terapeutas y psicólogos utilizan para ayudar a las personas a afrontar situaciones difíciles y gestionar la resolución de conflictos. Los niños suelen sentirse más cómodos dirigiendo sus historias a un perro que a un adulto, y las personas que han sobrevivido a experiencias traumáticas encuentran consuelo en la capacidad de escucha de un perro. Los perros son la mejor caja de resonancia, y hablar con su mascota sobre sus problemas cotidianos es una buena manera de desahogarse y mantener la salud mental.
Los perros aprenden a través de la repetición
Usted y su perro no hablan la misma lengua materna, pero los perros son expertos lingüistas. Han aprendido a adaptarse a la vida con los humanos, y gran parte de ello es aprender nuestro lenguaje. No entienden cosas como la estructura de las frases y la gramática, pero pueden captar fácilmente el vocabulario.
Un Border Collie llamado Chaser ha demostrado que entiende más de mil palabras, e incluso puede responder adecuadamente a frases sencillas. Chaser es un conocido cerebrito, pero incluso el perro medio tiene la capacidad mental de aprender una larga lista de palabras humanas.
Algunas de las palabras que entiende su perro se las enseñaron explícitamente, como «sit» y «stay». También hay palabras que aprendieron por sí solas, como «pelota», «golosina» y «baño». Independientemente de la categoría en la que se encuentre la palabra, la clave para que un perro la entienda es la repetición. Sólo aprendieron «siéntate» porque se lo dijiste una y otra vez durante el adiestramiento. Y aprendieron «golosina» porque es lo que dices antes de entregarle un delicioso bocado.
Escuchar a tu perro es la mejor manera de aprender, y cada vez que abres la boca, hay una oportunidad para que aprenda más. Empezará a captar las palabras que dices con frecuencia, y esa mejor comprensión de tu lenguaje conducirá a una mejor comunicación entre el perro y la persona.
No todo es lenguaje hablado
Las palabras son sólo una pequeña parte de la comunicación. Cuando hablas con un amigo, encadenas palabras en oraciones, pero también utilizas el tono y el lenguaje corporal para transmitir tu punto de vista. Su cara se contorsiona en expresiones específicas que reflejan su estado de ánimo, agita las manos para dar énfasis y su tono de voz es más honesto que las palabras que dice.
Aprender el vocabulario es mucho trabajo para un perro, pero ellos captan las señales emocionales mucho más fácilmente. Pueden saber el estado de ánimo en el que te encuentras observando tu cara mientras hablas y escuchando los ligeros cambios de tono en tu voz. Hay una diferencia entre el lenguaje corporal humano y el canino, pero ellos reúnen todas las piezas del rompecabezas de la comunicación para averiguar con precisión lo que está pensando. Con el tiempo, aprenderán a reconocer los matices entre el lenguaje corporal canino y el humano, y todo ello conducirá a una mejor comprensión y comunicación.
La próxima vez que su vecino le sorprenda manteniendo una entusiasta conversación con su perro, empiece a soltar estos datos para informarle amablemente de los beneficios de hablar con los perros. Tanto si le cuenta a su cachorro sus planes para la cena como si entra en detalles sobre lo maravillosos que son, su conversación es una parte importante del día de su perro. Hacer un esfuerzo para hablar con ellos de forma regular demuestra a todo el mundo, incluso a ese vecino entrometido, que usted y su perro son los mejores amigos.
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