2. Es lo mejor de los dos mundos
La alfabetización equilibrada se sitúa justo en medio del enfoque del lenguaje completo y del enfoque fonético. Con el lenguaje integral, la creencia es que aprendemos a leer y escribir mejor si nos involucramos en el lenguaje de forma indivisible. El lenguaje se enseña a través de un sistema que abarca el reconocimiento de palabras y su relación entre sí en el contexto. Este enfoque funciona para muchos alumnos, concretamente para aquellos que son prácticos, visuales y que aprenden mejor a través de la interacción. Pero no todos los alumnos aprenden de esta manera. Con el enfoque fonético, la creencia es que los alumnos aprenden a leer mejor enseñando las relaciones entre letras y sonidos. Esto es estupendo para los alumnos auditivos. Además, les encanta el sistema fonológico de la lengua. En la alfabetización equilibrada, se tiene lo mejor de ambos mundos. El profesor puede ofrecer oportunidades de aprendizaje de todo el lenguaje a través de la lectura interactiva en voz alta, la lectura compartida, la escritura interactiva y la escritura compartida, a la vez que proporciona instrucción fonética explícita durante el estudio de las palabras y el tiempo de lectura guiada. Los estudiantes pueden estar expuestos a ambos enfoques dentro de un aula de alfabetización equilibrada.
3. No obliga al profesor a «encajarlo todo»
A menudo los profesores escuchan la lectura guiada y piensan que ése es su enfoque de la enseñanza de la lectura, pero no lo es. Es una pieza del rompecabezas. Dentro de la alfabetización equilibrada hay muchos componentes que ayudan a enseñar la lectura y la escritura. Nunca hay que meter todo en una sola lección. El día está estructurado para que haya muchas oportunidades de enseñar y practicar la lectura y la escritura.
4. Permite al profesor diferenciar el aprendizaje
Como educadores, cada año aprendemos más y más sobre cómo satisfacer mejor las necesidades de nuestros alumnos. Sabemos con certeza que para que nuestros alumnos tengan éxito, hay que enseñarles de una manera que tenga en cuenta su preparación, sus intereses y su estilo de aprendizaje. Lo hacemos diferenciando nuestra enseñanza. Esto puede parecer una tarea abrumadora, pero realmente no lo es dentro de un modelo de alfabetización equilibrada. El profesor puede diferenciar fácilmente el aprendizaje durante la lectura guiada, las estaciones de alfabetización, el estudio de palabras, la lectura independiente y la escritura. Permite al profesor conocer a los estudiantes donde están.
Usar el enfoque de alfabetización equilibrada para la enseñanza de la lectura ha supuesto una inmensa diferencia en el aprendizaje de mis estudiantes. Están más comprometidos, entusiasmados con la lectura y la escritura que se lleva a cabo en el aula, y tienen éxito en mostrar el crecimiento.